¡Buenas noches preciosas! Con muucho retraso (¡perdonad!) ya tenéis la recomendación de la semana. 


No hay prenda más femenina que la falda, pasen los años que
pasen, cambien las tendencias o no: no existe nada más lady que ella. Y, sobre
todo, si se trata de una falda tipo años 50 con muchísimo vuelo, pequeñas
tablas y largo por debajo de la rodilla.




Irrumpieron en aquella época para hacer bailar a todas las
mujeres a ritmo de twist pero su encanto y series como Sexo en NY o Mad Men han
conseguido que no caigan en el olvido.




Actualmente, la falda lady
like
es símbolo absoluto de sofisticación y elegancia por lo que puede
incluirse en nuestro fondo de armario aunque con ciertas reservas ya que no a
todas (por desgracia) nos favorece mucho. 






Para empezar hay que tener en cuenta
la estatura de la mujer que la lleva: si es baja conviene acortar unos centímetros
el largo mientras que si tiene una estatura media o alta puede conservarse
hasta la altura de la pantorrilla.




Algo indiscutible es su acompañante en los pies: siempre,
siempre, siempre con tacones; por muy alta que seas una falda así no te queda
bien con zapato plano. La apuesta segura en una sandalia o salón con tacón
fino, no tiene por qué ser de aguja, pero si te atreves con uno más ancho ¡no
hay problema! Lo importante es que no sea excesivo ni resulta vulgar con unas
plataformas demasiado altas porque se estaría estropeando el look por completo.




Es un fondo de armario porque nos puede salvar tantos en
bodas como en cenas, es decir, en cualquier evento de etiqueta o media
etiqueta. Y, además, cuenta con la virtud de poder adaptarse al resto de tendencias
en cuanto a estampados y colores.


Este otoño-invierno, las faldas años 50 se van a poder ver
en clave arty, con flores y con
cuadros. También, pueden encontrarse con transparencias, que le aportan un
punto de modernidad a las faldas y en colores pastel y flúor como el amarillo
que seguirán con nosotras los próximos meses. Aunque si quieres invertir en una
falda lady like para siempre recurre
a los tonos clásicos: rojo, negro o blanco. 



Besos

C
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