¡Hola chicas! Sabéis que soy muy fan de las camisas blancas, me parecen imprescindibles en cualquier armario por eso, tengo varias en el mío pero, sin duda, esta es mi favorita. Hace años que se la pedí prestada a mi padre y, obviamente, no se la he devuelto. Me encanta la caída que tiene y es que con el simple toque de echarla un poco hacia atrás para así, abrir más el escote se consigue el equilibrio perfecto entre masculino y femenino. 

Ya me la habéis visto en varias ocasiones (aquí, aquí y aquí). El resto del look es muy sencillo porque, a veces, menos es más y esta es la prueba. 

Abresos! 
 
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