El frío se ha metido de lleno, ya es irreversible ni siquiera el sol del mediodía alivia las temperaturas mínimas que estamos “sufriendo” estos días; por eso, y ya que hemos asumido que necesitamos los abrigos para sobrevivir, qué mejor que hacerlo con ¡manchas! 

Me refiero a los abrigos de animal print, o lo que es lo mismo el leopardodálmata o cebra de toda la vida. La gran mayoría de estos abrigos son tipo “peluche” es decir de pelo, por lo que frío con ellos no se pasa.

No hay un estampado fetiche aunque el que más se ve es el clásico leopardo por su versátilidad, se puede combinar con tonos tierra o negro o arriesgar y emplear tonos totalmente distintos para que destaque y rompa cierta monotonía cromática.

Pero soy consciente, porque me pasa cada vez que veo algo de leopardo, de que con este estampado hay que saber jugar para no atravesar la delgada línea entre lo sofisticado y lo hortera. Una máxima a seguir si llevas un abrigo de animal print, no lleves nada más con el mismo estampado. Es distinto si se opta por la cebra o el dálmata o el propio leopardo en los complementos, entonces ahí sí conviene que los accesorios vaya en el mismo estilo y forma.

Y otra máxima, la más importante para mí, esta temporada triunfan las combinaciones imposibles de estampados pero no cuando se trata de animales, olvidaos de mezclar jirafa con leopardo, ahí sí se está cruzando la línea de lo hortera.

Los abrigos que os enseño dálmata de Nuria de 100vestidos.com y de Alexandra de Lovely Pepa,, sin duda son un clásico combinando blanco y negro, una apuesta segura. Y si te mueves bien en el límite puedes copiar a la blogger Atlantic-Pacific y hacerte con uno de leopardo, Zara tiene uno muy parecido y el look es tan sencillo para  darle todo el protagonismo al abrigo.